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Cuando de criar a nuestros hijos se trata, existen circunstancias en las que pueden llegar a surgir ciertos temas controversiales o complicados de hablar: el sexo, la muerte de las personas o de las mascotas, enfermedades terminales, problemas financieros, entre otros.
Para tocar estos asuntos delicados, puede ser bueno tener en cuenta algunas recomendaciones que nos ayudarán a tomar el rumbo correcto y tratar de que la conversación sea lo menos incomoda y lo más fructífera posible.

Recomendaciones para tocar temas complicados con los niños

Cuando dentro de una familia no se conversa y no se tocan ciertos temas de interés del niño por pudor o por tratarse de puntos complicados de hablar, suele suceder que los pequeños se dedican a buscar información por su propia cuenta, y esto puede llegar a ser confuso y hasta peligroso para ellos.
La comunicación y las mentes abiertas de los padres son un pilar básico para una crianza saludable, y si no sabes cómo encarar ciertos tópicos de interés dentro de tu familia, te recomendamos echar un vistazo a lo que sigue a continuación.

La importancia de una buena comunicación

Por muy difícil o incomodo que nos resulte hablar de ciertos temas con nuestros hijos, la comunicación fluida es un pilar imprescindible para toda crianza saludable: es por eso que si debes afrontar una conversación complicada con los niños en casa, puede que los siguientes consejos y recomendaciones te resulten útiles para pasar este momento y salir airoso.
Tener en cuenta la edad. Antes de tocar temas delicados o de adentrarnos en el arduo proceso de dar malas noticias a un pequeño, debemos tener en cuenta la edad del niño: cuando son pequeños, requieren de mucha menos información y de datos más concretos, pero a medida que van creciendo comienzan a hacer preguntas y necesitarán de una mayor preparación de tu parte para poder procesar lo sucedido.
Tener paciencia. Como mencionamos en el punto anterior, a partir de los 5 años en adelante los niños comienzan a tener muchísima curiosidad y suelen hacer cuestionamientos y preguntas, por lo que deberás prepararte y llenarte de paciencia para responder toda interrogación del pequeño y así darle la información solicitada para que pueda comprender a su manera lo que estás expresándole.
Con soltura y sin tabúes. Nada peor para un niño que crecer creyendo que está mal hablar de ciertas cosas, no reprimas al pequeño y permítele hacer preguntas y sentir curiosidad, algo totalmente natural y saludable a su edad. Sobre todo cuando se trate de temas delicados, permítele incursionar en el tema y sacarse las dudas que tenga, es preferible que lo haga a través de ti y no que caiga en otras cosas como averiguar por su cuenta.
Fomentar un buen ambiente. Ninguna pregunta o cuestionamiento que tenga el pequeño, por más controversial o delicado que sea el tema, debe ser tema de burla o de vergüenza, mucho menos de reprimenda. En el hogar se debe fomentar un ambiente de comunicación, y es importante que además cualquier transferencia de ideas conscientes por parte de los padres se haga con responsabilidad y habiéndose puesto de acuerdo de antemano.