higiene del bebé

El bebé, sobre todo durante sus primeros meses de vida, requiere de muchísima atención por parte de sus padres y de serios cuidados para garantizar su bienestar. Durante esta etapa tan especial, los pequeños cuentan con una piel muy delicada y ya que no pueden valerse aún por sí mismos, es importante que se tomen ciertos recaudos constantes de higiene como realizar adecuadamente el baño, curar el ombligo, cortar las uñas, y asegurarnos de que su pañal está siempre bien seco. En el artículo de hoy repasaremos algunos de los cuidados básicos que se deben tener para la higiene del bebé.

Cosas a tener en cuenta para la higiene del bebé

El pequeño no puede hablar, por lo que realmente no puede expresarse claramente cuando algo le molesta: para evitar rozaduras, piel paspada, molestias, dolores o alergias la higiene del bebé se vuelve algo totalmente trascendental y hacer uso de ciertos principios básicos de cuidado es muy importante para garantizar no solo su comodidad sino también una salud optima.

El ombligo del bebé recién nacido

Uno de los puntos fundamental dentro del espectro de la higiene del bebé tiene que ver con el cordón umbilical cuando todavía no se ha caído naturalmente. Luego de cada baño, es imprescindible que sequemos perfectamente el mismo y que previamente lo curemos y limpiemos bien con alcohol para desinfectarlo como corresponde. ¿Lo primordial? Que el cordón esté siempre seco.

¿Qué hacer con la nariz del bebé?

La nariz de los pequeños, al igual que la de cualquier adulto, está repleta de mocos que ayudan a eliminar cualquier agente externo que intente introducirse en el cuerpo. Ahora bien, ¿cómo nos aseguramos de que esta permanezca limpia? Luego del baño, aprovechando los efectos del agua caliente y del vapor sobre la dureza de la mucosidad, podemos higienizar la nariz utilizando suero fisiológico o aspiradores nasales.

Limpieza en la boca del bebé

Otro punto donde se acumulan bacterias es, sin duda alguna, la boca. Para garantizar la completa higiene del bebé, no debemos olvidarnos de limpiar esta zona. Al no tener todavía dientes, no podemos utilizar un cepillo bucal. Para higienizar la boca utilizaremos un paño húmedo suave, evitando a toda costa irritar las encías.

Cuidar la humedad en las zonas genitales

La piel de los bebés es muy delicada, lo que la hace mucho más propensa a sufrir todo tipo de enrojecimientos, irritaciones, eczemas y hasta en el peor de los casos dermatitis. La zona de los genitales es una de las más complicadas ya que se encuentra constantemente envuelta en el pañal, lo que puede hacer que estos problemas aparezcan más a menudo o que existan más posibilidades de encontrarnos ante ellos. La mejor manera de garantizar la higiene del bebé en esta parte, y su comodidad, es cambiando el pañal de forma regular y colocando talco para tratar de que esté seca durante la mayor cantidad de tiempo posible.