juegos educativos

El juego es un momento sumamente importante en la vida de cualquier infante y es la herramienta fundamental que utilizan los niños para asimilar el mundo que los rodea. Los juegos didácticos o educativos sirven como estímulo para el desarrollo de sus aptitudes básicas, por lo que no solo logran desenvolver a través de estas actividades nuevas habilidades sino que además desarrollan sus capacidades cognitivas, creativas y de interacción social.

En el artículo de hoy te contamos por qué es importante incorporar juegos educativos en la vida de tu hijo y cuáles son los beneficios que se obtienen al aprender jugando. Esperamos que la información les resulte útil.

Los juegos educativos y sus beneficios

Como bien mencionamos antes, los juegos educativos permiten a los niños desarrollar sus habilidades cognitivas, creativas y hasta sociales además de brindarles herramientas para asimilar de la mejor forma posible el mundo que los rodea y todo lo que hay para aprender. A los niños les encantan los desafíos, por lo que no te resultará complicado incentivar a tu pequeño a animarse a participar de algún juego didáctico.

Desde videojuegos hasta juegos de mesa, existe un gran abanico de opciones de actividades educativas para poner en práctica. Entre los distintos beneficios que tienen los juegos educativos, podemos mencionar los siguientes:

Mejoran la memoria. Entre los distintos juegos educativos que existen, aquellos que implican actividades relacionadas a la memorización, concentración y a las matemáticas son un increíble incentivo para el campo cognitivo del pequeño. Gracias a que se suelen basar en la repetición de ciertos patrones, los niños ponen en marcha su capacidad de memorizar elementos y esto es un estimulo increíble para su cerebro y para su memoria en particular.

Los preparan para el fracaso. Los juegos aportan a los niños un entorno seguro y familiar en donde aprender a través del fracaso: no siempre se gana y en algunas ocasiones nos toca aprender, y eso está totalmente bien.

Habilitadas sociales. Los juegos educativos también ayudan a que los niños desarrollen sus habilidades sociales y de interacción gracias a que alientan a una comunicación saludable, organizada y diplomática entre los que participan.

Habilidades motoras. Este punto entra en juego sobre todo en los bebés, ya que aquellos juegos educativos y didácticos que requieren de interacción física con los elementos del mismo son un gran incentivo para que el pequeño desarrolle sus habilidades motoras y comience a conocer su cuerpo y a controlar mejor sus movimientos.
Concentración. Según distintos estudios, los juegos de mesa educativos aumentan considerablemente el espectro de concentración de los niños si se los juega con regularidad.

Mejora el autoestima. Gracias a que los juegos infunden sentimientos positivos que se asocian al logro, estas actividades también aportan a la autoestima de los niños. La mayoría de los juegos con estas características ofrecen recompensas a los pequeños que hayan alcanzado el objetivo determinado, lo cual estimula directamente la autovaloración de quienes participan.