Cuales son los peligros del sol del verano en los bebés

Los peligros del sol de verano en los bebés

Todos sabemos lo importante que resulta la luz solar para la salud general de nuestra piel: los rayos del sol son la manera más directa y eficiente de obtener la tan fundamental vitamina D. Sin embargo durante los meses de verano, como consecuencia de una mayor cercanía de nuestro planeta a esta estrella, estos se vuelven mucho más intensos y nocivos en caso de exponernos durante demasiado tiempo. Si estar de manera prolongada bajo el sol puede afectar considerablemente a los adultos, en el caso de los bebés los peligros se potencian aún más.

Si tienes un pequeño en casa, es importante conocer cuáles son los peligros que vienen aparejados con la exposición prolongada de la piel a los rayos solares y por sobre todas las cosas cómo podemos cuidar la dermis de nuestro bebé para asegurarnos de que no sufrirá ningún daño ni irritación indeseada. ¡No olvides tomar nota!

La piel del bebé: cuidados durante el verano

La piel del bebé, sobre todo durante sus primeros meses de vida, es extremadamente delicada: requiere de cuidados diarios y humectación con productos adecuados para evitar irritaciones, molestias o dermatitis. El verano puede resultar una estación bastante complicada en cuanto a la dermis respecta, ya que tener contacto con el sol en ciertos horarios claves durante el día puede llegar a provocar daños graves en los pequeños si no tomamos los recaudos necesarios.

Los bebés que tienen menos de 6 meses de vida deben ser completamente resguardados de la luz solar ya que su dermis es aún demasiado delicada y fina,  no teniendo aún la capacidad de producir melanina por su cuenta (la que se encarga de protegernos de los daños de los rayos uv). Una quemadura solar en un niño tan pequeño puede transformarse en toda una pesadilla y llegar incluso a derivar en una emergencia médica con un importante compromiso de la piel del bebé. Por otro lado, teniendo en cuenta que el daño solar sobre la piel se va generando de manera progresiva, los niños que han sido expuestos al sol durante sus primeros meses cuentan con más probabilidades de sufrir cáncer de piel en su edad adulta.

¿Cómo podemos cuidar a los bebés para que el sol veraniego no los afecte de manera negativa ni perjudique la salud de su piel y su cuerpo en general?

  • Es fundamental que evitemos a toda costa exponer al niño al sol en los horarios de riesgo durante la estación de verano. Además de resultar perjudicial para la piel, estos momentos del día suelen tener temperaturas extremadamente altas lo que puede derivar en un golpe de calor en el bebé. Preferentemente se recomienda salir por la mañana temprano o al atardecer evitando los picos de sol y calor que se dan desde el mediodía en adelante.
  • El niño debe llevar la ropa adecuada, no solo para regular bien su temperatura y no sufrir de calor sino también para resguardar su piel de la luz solar. Los gorros son de suma importancia en esta época del año.
  • Los productos para la dermis como las cremas con factor de protección solar no pueden faltar cuando vayas a salir con tu bebé al exterior: en el caso de los niños pequeños siempre se recomienda escoger productos especialmente diseñados para ellos y con un alto factor de protección a los rayos UV.

 

 

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