Peluches de apego: ¿Por qué no debemos quitárselo al niño?
Es muy común en los niños, sobre todo durante sus primeros años de vida, contar con algún elemento del que no quieren separarse en ningún momento y al que no pierden de vista bajo ninguna circunstancia: a estos se los conoce como objetos transicionales o elementos de apego, que cumplen la principal función de brindar seguridad al niño mientras pasa por una etapa en la que se siente completamente vulnerable. En el artículo de hoy te contamos por qué no deberías separar a tu hijo de su elemento de apego y cuál es la función que cumple el mismo en un crecimiento sano y óptimo.
¿Para qué sirve el objeto de apego?
Como bien lo comentamos al comenzar el artículo, los elementos de transición son objetos de consuelo que los niños suelen necesitar en cierta etapa de su vida para sentirse seguros y acompañados. Algunos padres tienen la errónea creencia de que hay que separar a los pequeños de estos objetos de apego para que crezcan más independientemente, pero lo cierto es que esto puede incluso ser perjudicial para el desarrollo optimo del bebé.
Puede que nosotros le restemos importancia, pero el objeto de apego una vez que ha sido elegido por el niño se vuelve completamente trascendental y no solo acudirá en su ayuda cuando necesite consuelo sino que se volverá imprescindible a la hora de dormir. Puede estar roto y sucio, pero si tu pequeño lo ha escogido como su objeto transicional querrá tenerlo junto a él de manera constante.
¿A qué edad los niños escogen su objeto de apego? Por lo general aparece entre los 6 y los 8 meses que es cuando el pequeño atraviesa la típica crisis del octavo mes en el que se reconoce como algo independiente de su madre. Para poder superar esta angustia común en los niños, se refugiará en este nuevo objeto transicional para encontrar consuelo y sentirse seguro aún como algo separado del cuerpo de su madre.
¿Por qué es tan importante el objeto de apego?
Muchos papás se cuestionan sobre la importancia del objeto de apego y si realmente es saludable que un pequeño dependa tanto de un elemento en particular. Lo cierto es que se trata de algo que no solo es completamente natural sino que además es necesario para que el bebé pueda superar su angustia de los 8 meses de manera óptima. ¿En qué ayuda el objeto de apego?
- Estimula la capacidad de nuestro bebé de crear y establecer vínculos afectivos.
- Le brinda consuelo y lo hace sentir seguro.
- Le recuerda constantemente a su hogar y a sus padres, lo que lo tranquiliza cada vez que lo necesita.
- Ayuda al bebé a que pueda expresar correctamente sus emociones.