La hiperactividad es un tipo de trastorno de la conducta en la población infantil característica de aquellos niños que presentan una intensa actividad en el espectro de lo motor. Cuando nos topamos con un pequeño hiperactivo es común verlo moverse de un sitio a otro sin parar, no pudiendo comenzar una tarea y terminarla en virtud de dicho trastorno que les impide mantener la concentración. Fue descubierta y descripta por primera vez en el año 1902 por Still y en el artículo de hoy compartiremos con ustedes algunos tips y estrategias para ayudar a los niños que padecen de hiperactividad.
¿Cuáles son los indicadores de la hiperactividad?
Como les contamos anteriormente, la hiperactividad es un trastorno de la conducta que afecta principalmente a la actividad motora. Este problema es mucho más frecuente de lo que nos imaginamos y se cree que afecta a más del 3% de la población infantil menor a 7 años de edad. El tratamiento para este trastorno depende de cada caso en particular, pero sí es importante destacar que existen ciertos indicadores que en caso de observarse en los pequeños deben tomarse como señales de alarma para actuar de inmediato.
Hasta los 2 años. En esta etapa la hiperactividad suele aparecer en forma de problemas con los ciclos y el ritmo del sueño. Por otro lado, una reacción exagerada ante los estímulos auditivos también son puntos que se deben observar.
De 2 a 3 años. Los niños hiperactivos suelen tener dificultades para aprender a hablar y en esta etapa especialmente pueden sufrir de accidentes recurrentes por falta de conciencia ante el peligro.
De 3 a 5 años. Es común que los pequeños que sufren de este trastorno a esta edad presenten una intensa desobediencia y problemas para adaptarse en los ámbitos sociales.
De 5 años en adelante. El principal indicador de hiperactividad en estos casos es el fracaso escolar y el déficit de atención.
Consejos para ayudar a niños hiperactivos
Tener un pequeño con hiperactividad en casa no es nada sencillo y puede resultar todo un desafío para los padres. Existen ciertos tips que se pueden tener en cuenta para mejorar la convivencia y complementar cualquier tratamiento que se esté llevando a cabo para optimizar la calidad de vida del niño con dicho trastorno.
Mucho juego. Los niños hiperactivos necesitan estar en constante movimiento, por lo que tener siempre a mano cualquier cosa que sirva para jugar es fundamental. Por ejemplo, si toca ir a una sala de espera para una visita médica, siempre se debe tener algo para mantener al pequeño entretenido como crayones y hojas de papel. Aprovechar los espacios abiertos para que pueda desplazarse, correr y gastar energía es otro punto fundamental.
Claridad. Hablarle al niño a un ritmo pausado y con lenguaje claro es imprescindible para que exista una buena comprensión y una comunicación fluida.
Cuidado con los dulces.
Todos sabemos que el azúcar potencia especialmente la energía de todos, y para un niño hiperactivo esto puede resultar aún peor. Debemos evitar los dulces, sobre todo durante la noche, ya que de lo contrario poner al pequeño a descansar será imposible.
Comprensión
El niño con hiperactividad debe sentirse comprendido, no es fácil vivir con este trastorno y el maltrato y la desaprobación constante solo empeorarán los síntomas.