Durante la época de verano las actividades que se desarrollan en el agua son mucho más frecuentes: desde disfrutar de la piscina en casa hasta ir a colonia de vacaciones e incluso bañarse en el océano en el marco de un viaje familiar. Ahora bien, ¿qué sucede con la seguridad de los niños en el agua? Existen distintas situaciones indeseadas que pueden suceder con los pequeños en verano como accidentes hasta simples cortes de digestión, y para evitar todo esto hemos preparado algunos consejos y recomendaciones que te serán útiles. Echa un vistazo a lo que sigue a continuación.

Recomendaciones de seguridad para el niño en el agua

Durante la temporada de verano a los niños les encanta disfrutar de distintas actividades refrescantes en el agua: adoran nadar en la piscina o en el océano e incluso desarrollar distintos juegos en el agua con sus amigos. Esta diversión infantil debe estar siempre acompañada de una serie de precauciones fundamentales que debemos tomar los padres para garantizar siempre la seguridad de los pequeños. Para asegurarnos de que todo va bien y que nuestros niños están protegidos en el agua, es importante tener en cuenta lo siguiente:

  • Cuando los niños se meten al agua, es fundamental que no los perdamos de vista en ningún momento. Los accidentes más complejos suceden en pocos segundos en un simple descuido de los padres, por lo que estar alertas es trascendental. Por otro lado, si se trata de un niño pequeño que no sabe nadar siempre debe llevar flotadores aún cuando no vaya a meterse al agua y solo se encuentre jugando cerca del borde de la piscina.
  • Si la idea es ir de excursión a algun río y disfrutar del agua, lo mejor es evitar bañarnos en aquellos sitios que no estén especialmente habilitados para ello. Puede parecer a simple vista que el agua está tranquila y no es peligrosa, pero lo cierto es que las corrientes en el río son muy variables y pueden generar situaciones indeseadas de un momento a otro sin previo aviso. Escoge sitios habilitados y preferentemente de poca profundidad para niños pequeños.
  • ¿Qué sucede con los cortes de digestión? Esto es más frecuente de lo que pensamos, pero evitarlos es sumamente sencillo. Se debe reposar un rato luego de haber ingerido alimento, evitando la actividad física o meterse en aguas muy frías. Cuanta mayor cantidad de comida se haya ingerido, mayor deberá ser el tiempo que habrá que esperar antes de introducir a los niños en el agua.
  • Algunas enfermedades como la otitis externa se producen con mayor frecuencia en verano en virtud de la entrada de agua con virus o bacterias al conducto auditivo. Para prevenir esto y que no suceda, siendo sumamente molesto y doloroso para los pequeños, debemos procurar secar bien los oídos de los niños al salir del agua.